La filosofía de acción de Boaventura de Sousa Santos

En el vasto panorama de pensadores contemporáneos, Boaventura de Sousa Santos destaca por su enfoque único en las dinámicas de poder y justicia social, desafiando el statu quo con una visión que va más allá de las críticas convencionales al neoliberalismo. Este sociólogo portugués, con su profundo compromiso hacia la equidad y la inclusión, ofrece un análisis detallado de los retos que enfrenta la sociedad moderna, particularmente en lo que respecta a la Unión Europea y sus políticas económicas y migratorias. Sousa Santos no solo identifica problemas, sino que también propone soluciones inspiradas en el intercambio de experiencias entre el Norte y el Sur global, marcando un camino hacia el cambio a través de la solidaridad y el entendimiento mutuo.

El trabajo de Sousa Santos se caracteriza por un compromiso con la exploración de alternativas viables al neoliberalismo, poniendo especial énfasis en el diálogo entre diferentes culturas y sistemas de conocimiento. Su proyecto ALICE es emblemático de este enfoque, buscando soluciones en las prácticas y saberes del Sur global que puedan aplicarse a los desafíos del Norte. Esta perspectiva transnacional y transdisciplinaria abre nuevas posibilidades para abordar problemas complejos, destacando el papel crucial de los movimientos sociales y la participación ciudadana en la creación de futuros más justos y sostenibles.

En el contexto específico de Europa, Sousa Santos critica la gestión de la crisis de refugiados y las políticas económicas centradas en el euro, señalando cómo estas reflejan una falta de compromiso con los valores de solidaridad y justicia. Su visión se extiende a la política española y la realidad en América Latina, donde ve potenciales de transformación social y política impulsados por la unión y la movilización de las fuerzas progresistas.

El pensamiento de Sousa Santos representa una invitación a reconsiderar nuestras realidades sociales y políticas desde una perspectiva más humana y solidaria. Nos anima a imaginar un mundo donde la dignidad y la justicia no sean solo ideales, sino principios fundamentales que guíen nuestras acciones y políticas. La influencia de su obra trasciende las fronteras académicas, llegando a activistas, políticos y ciudadanos comprometidos con la construcción de una sociedad más equitativa.

Así, la contribución de Boaventura de Sousa Santos al pensamiento social contemporáneo nos incita a actuar, a no conformarnos con la mera observación de las injusticias, sino a buscar activamente caminos hacia el cambio. Su legado es un recordatorio de que el poder de la acción colectiva y la solidaridad internacional es fundamental para enfrentar los desafíos de nuestro tiempo. En este sentido, su trabajo no es solo un cuerpo de teoría crítica, sino también una fuente de inspiración para todos aquellos que aspiran a un futuro donde la justicia social y la equidad sean la norma, no la excepción. Sousa Santos nos muestra que, a través del diálogo y la cooperación, es posible construir puentes hacia un mundo más justo y sostenible, un desafío que nos convoca a todos.

Boaventura de Sousa Santos, nacido en Coimbra en 1940, es un renombrado sociólogo y académico que destaca en el campo mundial por sus críticas profundas hacia la Unión Europea, considerándola un fracaso por promover un modelo neoliberal a través del euro y por su administración de la crisis de refugiados, que revela, según él, el persistente "prejuicio colonial" de Europa. Su análisis de la situación europea se extiende a la relación con Turquía, criticando cómo Europa maneja la cuestión de los kurdos y la independencia de prensa en función de intereses económicos, obviando principios éticos en favor de pactos financieros.

De Sousa Beatos argumenta que el euro, al no estar compuesto por una política fiscal y monetaria unificada, está destinado al fracaso, sirviendo mucho más bien como herramienta para imponer un régimen autoritario de corte neoliberal. Frente a este panorama, ofrece una revisión extremista del emprendimiento europeo hacia un modelo que abandone sus tendencias neoliberales, utilizando crisis como chances para impulsar un cambio hacia una Europa socialista.

Este pensador se describe como unundefined trágico", instando a una pelea revolucionaria contra el pesimismo y la apatía. En su visión, es crucial la unión de las izquierdas para combatir la arrogancia de potencias como Alemania en el Consejo Europeo, sugiriendo que España, dada su importancia económica y el antecedente del 15-M, juega un papel crucial en este cambio. Critica la presión ejercida por los medios y lobbies para desacreditar a partidos como Podemos, argumentando que hay un miedo profundo a un gobierno de izquierdas en España.

Además de esto, De Sousa Santos enfatiza la importancia de movimientos sociales fuertes para garantizar la calidad de la democracia, aunque reconoce el desafío de transformar estos movimientos en fuerzas políticas efectivas sin caer en los vicios de la política clásico. Ofrece un modelo de democracia que integre lo representativo con lo participativo, destacando la defensa de ideas progresistas tanto en las instituciones como en las calles.

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Su último emprendimiento, ALICE, financiado por el European Research Council, busca estudiar de las vivencias del Sur global para enfrentar los desafíos del Norte en concepto de justicia social y ambiental. De Sousa Santos cuestiona la viabilidad de una revolución en el contexto actual, señalando la necesidad Boaventura de Sousa Santos de explorar novedosas maneras de organización popular que trasciendan el capitalismo y el socialismo tradicional, inspirándose en prácticas indígenas y en una ecología política que repiense el desarrollo.

Respecto a América Latina, De Sousa Santurrones observa un momento crítico, con Estados Unidos reorientando su atención hacia su "patio trasero". Resalta las intervenciones externas como factores de desestabilización, pero también reconoce errores internos de los gobiernos progresistas. Su análisis sugiere una complejidad en la pelea por la justicia social, en la que se entrelazan dinámicas globales y locales, exigiendo una contestación multifacética que incluya solidaridad con los asilados y una mayor movilización social en Europa.