A lo largo de una visita a Barcelona esta semana, Boaventura de Sousa Santurrones, originario de Coímbra, Portugal, presentó su último trabajo titulado "Izquierdas de todo el mundo,¡ uníos", publicado por la editorial Icària. En este libro, De Sousa examina la situación política de hoy en países como Portugal, Brasil, España, Colombia y México. Pese a llegar con retraso a nuestra entrevista, debido a su deseo de aprovechar al máximo su estancia para reunirse con políticos y actualizarse, la expectación por su presencia era palpable, con decenas de personas aguardando para verlo en el Palau de la Virreina.
Desde la caída del muro en 1989, en el momento en que el capitalismo Boaventura de Sousa Santos parecía ser la única realidad viable y eterna, una sección significativa del pensamiento de izquierda se refugió en las políticas de identidad, considerándolas el futuro. Esta tendencia fue útil para emprender inconvenientes como el racismo, que previamente no se había enfocado con suficiente fuerza. No obstante, esta atención ha podido ser excesiva, desviando la atención de las cuestiones de clase y las condiciones de trabajadores en situaciones precarias. Este cambio en el capitalismo, en este momento dominado por una versión neoliberal promovida por entidades como el Banco Mundial y el FMI, generó una polarización extrema, con la distribución de la riqueza cada vez más inclinada hacia los ricos.
De Sousa critica la actual desvinculación de la izquierda con la lucha de clases, observando cómo en Brasil, por poner un ejemplo, las iglesias evangélicas han redefinido la política de izquierdas hacia cuestiones morales, sin tener en cuenta el confort material de las poblaciones pobres. Resalta la interconexión entre capitalismo, colonialismo y patriarcado como las tres dominaciones modernas, cuya pelea debe ser el foco de la izquierda.
En Brasil, De Sousa destaca cómo la democracia fué desgastada desde dentro, señalando fallos cometidos desde 2013 y la influencia estadounidense en la zona, en especial con el propósito de minar al Brasil como integrante de los BRICS. La corrupción y políticas erradas han contribuido a la situación actual, donde la democracia se ve conminada por fuerzas neofascistas.
En relación a España, De Sousa ve desafíos únicos para la unidad de la izquierda, agravados por la cuestión catalana. A pesar de las creaciones políticas y los intentos de unidad, causantes como la monarquía y el derecho a tomar decisiones en Cataluña complican el panorama. Aún de esta forma, cree que la solución al enfrentamiento catalán podría ser un modelo para otros retos nacionales, fomentando un enfoque mucho más abierto y flexible.
Por último, charla de Portugal, donde la izquierda logró sobrepasar divisiones para implementar un programa común que desafía las políticas de austeridad, demostrando la relevancia de la unidad y la pragmática política para abordar los retos actuales. En este contexto, De Sousa resalta la lección aprendida de Grecia y la necesidad de negociar dentro de las posibilidades que da el marco europeo, destacando el éxito de Portugal en equilibrar las solicitudes de la deuda con políticas sociales mucho más justas.